
ALGO MÁS QUE UNA CONDUCTA
Trastornos de la tercera edad
Cualquier problema se acrecienta si quien los sufre es una persona de avanzada edad. Los trastornos mentales que afectan a la población anciana necesitan de un especial seguimiento y tratamiento para, cuanto menos, paliar los efectos que pueden producirse en una situación tan delicada.
La demencia senil es una enfermedad mental que sufre principalmente la población anciana. Las personas que sufren esta enfermedad no pueden llevar una vida normal ya que su capacidad mental se va a ver afectada. El primer síntoma de la aparición de esta enfermedad lo constituye la pérdida de memoria, seguido de otros síntomas, tales como la pérdida de lenguaje; problemas motores y físicos, entre los que se encuentran la dificultad de utilizar habilidades manuales correctamente o controlar la orina; problemas de lógica mental; de personalidad o trastornos del sueño.
No se debe confundir la demencia senil con el Alzheimer, aunque estas dos enfermedades tengan ciertas semejanzas razonables, pues los síntomas y el carácter crónico e irreversible que conllevan la degeneración de las neuronas son muy parecidos, el Alzheimer puede parecer en edades más tempranas y no provoca tanto deterioro físico como una demencia.
La vida de las personas que sufren esta enfermedad se va apagando poco a poco

Los trastornos mentales se acentúan durante la vejez, pero la falta de recursos económicos no favorece su tratamiento
España se hace vieja. Un 23,4% de la población nacional supera los 60 años, según el Informe Global de Envejecimiento 2014 de HelpAge International. Sin embargo, se calcula que en 2050 el porcentaje de la tercera edad en nuestro país llegará al 40,2%. El aumento de la esperanza de vida y la baja natalidad destacan como los principales motivos de estas preocupantes cifras.
Ante este panorama, son muchos los colectivos sociales que demandan la potenciación de políticas que promuevan la calidad de vida de nuestros mayores. Los recortes en sanidad y dependencia aplicados por el Gobierno de España en los últimos años, en base a los ajustes presupuestarios dictados por la Unión Europea, han abocado a muchos ancianos a la pérdida de notable de su bienestar.
